Ayer, domingo 25 de octubre de 2015, se celebraron
elecciones en media docena de países. Fueron elecciones de diferente
calado, en las que se eligieron presidentes, primeros ministros, alcaldes y
gobernadores, y en las que volvió a cambiar, como suele pasar cada cierto
tiempo, el equilibrio de poder en los países, abriendo las puertas a nuevas
formas de hacer política, y cerrando etapas que duraban ya hace mucho tiempo.
"Las vueltas al mundo" realiza hoy un repaso por esos comicios, por
sus aspectos menos conocidos y por las consecuencias que los resultados
registrados ayer pueden tener sobre la política de cada país, evidentemente, pero también sobre la gobernanza internacional y de cada una de las zonas y continentes.
ARGENTINA: inesperado cambio de escenario
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, se convirtió en la noche de ayer en el principal candidato a ser el próximo presidente de la República Argentina. En la primera vuelta de las presidenciales, celebradas ayer, se incumplieron los pronósticos de las encuestas. Ganó el candidato oficialista, Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien aspiraba ayer a ganar por una ventaja suficiente como para evitar la celebración de una segunda vuelta o "balotaje". Sin embargo, el triunfo del Frente para la Victoria fue mínima e insuficiente. El tándem formado por el gobernador Scioli y el secretario de la Presidencia Carlos Zannini obtuvo un 36'8% de los votos totales, frente al 34'3% de la pareja opositora, Mauricio Macri y Gabriela Michetti, de la coalición Cambiemos, que engloba a Propuesta Republicana y a la Unión Cívica Radical.
Scioli partía a priori como el candidato favorito, habiendo recibido el apoyo del kirchnerismo militante, a pesar de ser más centrista que el matrimonio que ha ocupado la Casa Rosada, la sede del gobierno argentino, desde el año 2003. Su triunfo en las primarias presidenciales del mes de agosto, con casi 2 millones de votos de ventaja sobre Macri, le convirtió en el favorito. Sin embargo, el resultado de la primera vuelta de las presidenciales ha pillado a contrapié al Frente para la Victoria y ha dado alas a que la derecha pueda regresar al poder presidencial. Ha sido clave para el empate técnico registrado en las elecciones el papel de Sergio Massa, peronista conservador, que ha obtenido un 21'34% de los sufragios, procedentes en su mayoría del kirchnerismo. Massa y los suyos serán fundamentales en la segunda vuelta que se celebrará el próximo 22 de noviembre y de la que saldrá el sucesor de Cristina Fernández de Kirchner. Será el primer balotaje de la historia de Argentina. En ellas, se enfrentarán dos candidatos muy parecidos, con un favoritismo inesperado de Macri y su coalición Cambiemos.
COLOMBIA: espaldarazo para Santos
El nuevo alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa
Scioli partía a priori como el candidato favorito, habiendo recibido el apoyo del kirchnerismo militante, a pesar de ser más centrista que el matrimonio que ha ocupado la Casa Rosada, la sede del gobierno argentino, desde el año 2003. Su triunfo en las primarias presidenciales del mes de agosto, con casi 2 millones de votos de ventaja sobre Macri, le convirtió en el favorito. Sin embargo, el resultado de la primera vuelta de las presidenciales ha pillado a contrapié al Frente para la Victoria y ha dado alas a que la derecha pueda regresar al poder presidencial. Ha sido clave para el empate técnico registrado en las elecciones el papel de Sergio Massa, peronista conservador, que ha obtenido un 21'34% de los sufragios, procedentes en su mayoría del kirchnerismo. Massa y los suyos serán fundamentales en la segunda vuelta que se celebrará el próximo 22 de noviembre y de la que saldrá el sucesor de Cristina Fernández de Kirchner. Será el primer balotaje de la historia de Argentina. En ellas, se enfrentarán dos candidatos muy parecidos, con un favoritismo inesperado de Macri y su coalición Cambiemos.
COLOMBIA: espaldarazo para Santos
El nuevo alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa
Colombia celebró ayer las primeras elecciones desde que el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC cerraron un acuerdo para acabar con el conflicto armado en el país. En esos comicios, regionales y municipales, se registró una contundente victoria de los partidos que forman la coalición de gobierno del presidente. El Partido Liberal venció en 7 de las principales alcaldías colombianas, el mismo número de provincias en las que ganó Cambio Radical, el partido del presidente, que también se apuntó la victoria en la capital, Bogotá. Allí, el triunfador fue Enrique Peñalosa Londoño, que ya fue el regidor de Bogotá de 1998 a 2000, y que era el candidato de la coalición "Equipo por Bogotá", encuadrada dentro de Cambio Radical. Peñalosa consiguió con su victoria desplazar a la izquierda, representada por el alcalde saliente, Gustavo Petro, y por la candidata del Polo Democrático Alternativo Clara López.
En las otras dos ciudades importantes de Colombia, Cartagena de Indias y Medellín, se han dado resultados dispares. En Cartagena de Indias, venció Manolo Duque, periodista de profesión, candidato de la formación Primero la Gente. Duque es un político tremendamente popular que no ha hecho política toda su vida, y que ha conseguido ganar a los candidatos de los partidos más tradicionales de la política colombiana. En cuanto a Medellín, el triunfo fue para Federico Gutiérrez Zuluaga, que consiguió batir al favorito, Juan Carlos Vélez, candidato del Centro Democrático, y parte del uribismo. El nuevo regidor era candidato por el Partido de la U, y ha conseguido ganar tras su derrota en las elecciones de 2011. Sucede a Aníbal Gaviria, uno de los principales alcaldes colombianos, del Partido Liberal. En global, estos comicios han sido una gran victoria para el presidente Santos y todos sus socios de gobierno, y una derrota tanto para la izquierda, que ha perdido su feudo de Bogotá, como para el ex - presidente Álvaro Uribe y su partido, que no han conseguido que el mensaje contrario a Santos cale en el electorado.
GUATEMALA: gana la comedia
El cómico Jimmy Morales, de 46 años, confirmó en el día de ayer su importantísima e histórica victoria en las eleccciones presidenciales de Guatemala, y tomará posesión como jefe de Estado de este país de Centroamérica el próximo 14 de enero. El candidato del Frente de Convergencia Nacional obtuvo una contundente victoria en la segunda vuelta de los comicios, con un apoyo cercano al 70% de los votos totales. Su rival, la ex - primera dama Sandra Torres, candidata por la Unión Nacional de Esperanza, de ideología socialdemócrata, solamente pudo arrancar el 33% de los apoyos, y no pudo devolverle la presidencia a su familia. Morales ya derrotó en la primera vuelta, celebrada hace mes y medio, a los candidatos que partían con más opciones, y se convirtió en el favorito. En el día de ayer, consiguió un triunfo sin precedentes que rompe con el viejo sistema de partidos guatemalteco. Para conseguirlo, Morales ha recibido los votos de una buena parte de la ciudadanía, que ha apoyado tradicionalmente a otras formaciones, pero que se ha decantado mayoritariamente por él.
No hay que perder sin embargo la perspectiva de que el triunfo de Jimmy Morales en estas elecciones solamente ha sido posible gracias al alto nivel de corrupción política registrada en Guatemala durante los últimos años que alcanzó su punto álgido con el procesamiento y posterior encarcelamiento del presidente, el general retirado Otto Pérez Molina, involucrado en un escándalo de corrupción en las aduanas. El país es complicado, ya que en el pasado siglo se sucedieron varios golpes de Estado y dictaduras militares, la última la del general Efraín Ríos Montt, condenado en 2013 a 80 años de prisión por delitos de genocidio y lesa humanidad, aunque dicha condena fue después anulada por un error de forma. Pese a lo transversal de los votos obtenidos, el nuevo presidente pertenece ideológicamente a la derecha populista, se opone al aborto y al matrimonio homosexual, y es evangélico, aunque ha sido su retórica antipolítica y su tono mordaz el que ha conseguido alzarle a la presidencia. A partir del próximo mes de enero, se le plantean numerosos retos, entre ellos el proceso judicial contra Pérez Molina, la reforma de los partidos o la economía.
HAITÍ: el reto de consolidar la democracia
De todas las elecciones que se celebraron ayer, las de Haití son las únicas en que no se conocerá el resultado hasta los próximos días. Los medios no son los mismos que en otros países, y el recuento será más lento y con medios manuales. En todo caso, ayer, este país, el más pobre del mundo según la mayor parte de los organismos internacionales, votó entre más de 50 candidatos para elegir a su nuevo presidente. Parte como favorito Jovenel Moïse, de 47 años, y candidato del Partido Haitiano Tete Kale, la formación del presidente saliente, Michel Martelly, que antes de ser político fue músico, y que sale del poder con un enorme nivel de apoyo popular. Seguidamente, se encuentra Jude Célestin, que vuelve a intentar 5 años después su acceso a la presidencia, y que cuenta con el apoyo del ex - presidente René Préval. Además de los candidatos mencionados, que seguramente se disputarán una segunda vuelta a finales del mes de diciembre, pueden tener opciones el senador Jean- Charles Moïse, el mayor crítico con el presidente Martelly, y Narcisse Maryse, la candidata de Jean- Bertrand Aristide, presidente del país desde 2001 a 2004, cuando fue derrocado por un golpe de Estado.
La lamentable situación económica de Haití, agravada por el terremoto de 2010, que hizo grave mella sobre el país, se ha traducido como es bastante obvio en una debilidad política de la que aún está lejos de recuperarse. La historia de esta isla está plagada de dictaduras y de regímenes políticos frágiles. El principal fue el régimen de los Duvalier. En 1957, el médico François Duvalier ganó democráticamente las elecciones, pero pronto degeneró en dictador. Duvalier, que pasó a ser conocido como "Papa Doc", fue uno de los tiranos más sanguinarios de América, y tuvo mucha amistad con otros líderes autoritarios, como el dictador cubano Fulgencio Batista o el emperador Haile Selassie I de Etiopía. A su muerte, abdicó en su hijo, Jean- Claude Duvalier, "Baby Doc", en el poder desde 1971 a 1986, cuando fue derrocado por un levantamiento popular. Desde la caída de los Duvalier, Haití ha hecho un verdadero esfuerzo para consolidar un sistema democrático, con momentos de fracaso, como el golpe de Estado de 2004 contra el presidente Aristide, pero la normalidad parece hacerse hueco en el país. El próximo mandatario, sea quien sea, debe continuar en esta dirección.
POLONIA: más derecha al poder
El ex- primer ministro Jaroslaw Kaczynski felicita a la primera ministra electa, Beata Szydlo
Beata Szydlo y Ewa Kopacz pasaron ayer a la historia de su país al convertirse en las dos primeras mujeres que se enfrentan como candidatas de los dos partidos mayoritarios a las elecciones parlamentarias de Polonia. Venció la primera, Szydlo, de 52 años, la candidata del partido ultraderechista Ley y Justicia, la formación del presidente Andzrej Duda, que ganó por sorpresa las presidenciales del mes de mayo frente a Bronislaw Komorowski. La indudable victoria de Ley y Justicia, una formación con una ideología bastante clara y hasta cierto punto censurable, en las elecciones de ayer confirma el giro político que se ha vuelto a producir en este país. La primera ministra Kopacz ha sido la gran derrotada. Candidata de la Plataforma Cívica, también conservadora, y liderando el gobierno desde el año pasado, no pudo superar la figura de su antecesor, Donald Tusk, el actual presidente del Consejo de Europa, y cayó derrotada de manera contundente en sus primeras elecciones como candidata. El tercer partido fue la Izquierda Unida polaca, la única representante de las políticas progresistas en la política del país. Estos comicios vienen a confirmar que la otrora comunista Polonia está instalada en la derecha.
Con el resultado de ayer, Polonia parece volver 10 años en el pasado, ya que de nuevo Ley y Justicia controla la presidencia del país y la del gobierno. Entonces, los que mandaban eran los gemelos Kaczynski, los fundadores del partido. Lech Kaczynski se convirtió en presidente polaco en 2005, derrotando a Donald Tusk, y su hermano Jaroslaw accedió a la presidencia del gobierno al año siguiente, después de supuestas presiones sobre Kazimierz Marcinkiewicz, el primer ministro en aquel momento, también de Ley y Justicia. El poder omnímodo de estos dos hermanos se empezó a quebrar en 2007, con la salida de Jaroslaw del gobierno, y se quebró definitivamente en 2010, con la muerte de Lech en un accidente de avión en Rusia. Jaroslaw Kaczynski no pudo conseguir la victoria en las presidenciales de aquel año para su partido. Sin embargo, la victoria de Beata Szydlo, a quien se presume una marioneta de Jaroslaw, devuelve al poder al Kaczynski que queda, y genera un nuevo reto para Europa. Ley y Justicia se ha aliado sin sonrojo con el presidente húngaro Viktor Orban, que defiende una enorme mano dura con los refugiados que quieren entrar al continente, y Jaroslaw Kaczynski afirmaba no hace tanto que Varsovia debía ser la nueva Budapest.
Beata Szydlo y Ewa Kopacz pasaron ayer a la historia de su país al convertirse en las dos primeras mujeres que se enfrentan como candidatas de los dos partidos mayoritarios a las elecciones parlamentarias de Polonia. Venció la primera, Szydlo, de 52 años, la candidata del partido ultraderechista Ley y Justicia, la formación del presidente Andzrej Duda, que ganó por sorpresa las presidenciales del mes de mayo frente a Bronislaw Komorowski. La indudable victoria de Ley y Justicia, una formación con una ideología bastante clara y hasta cierto punto censurable, en las elecciones de ayer confirma el giro político que se ha vuelto a producir en este país. La primera ministra Kopacz ha sido la gran derrotada. Candidata de la Plataforma Cívica, también conservadora, y liderando el gobierno desde el año pasado, no pudo superar la figura de su antecesor, Donald Tusk, el actual presidente del Consejo de Europa, y cayó derrotada de manera contundente en sus primeras elecciones como candidata. El tercer partido fue la Izquierda Unida polaca, la única representante de las políticas progresistas en la política del país. Estos comicios vienen a confirmar que la otrora comunista Polonia está instalada en la derecha.
Con el resultado de ayer, Polonia parece volver 10 años en el pasado, ya que de nuevo Ley y Justicia controla la presidencia del país y la del gobierno. Entonces, los que mandaban eran los gemelos Kaczynski, los fundadores del partido. Lech Kaczynski se convirtió en presidente polaco en 2005, derrotando a Donald Tusk, y su hermano Jaroslaw accedió a la presidencia del gobierno al año siguiente, después de supuestas presiones sobre Kazimierz Marcinkiewicz, el primer ministro en aquel momento, también de Ley y Justicia. El poder omnímodo de estos dos hermanos se empezó a quebrar en 2007, con la salida de Jaroslaw del gobierno, y se quebró definitivamente en 2010, con la muerte de Lech en un accidente de avión en Rusia. Jaroslaw Kaczynski no pudo conseguir la victoria en las presidenciales de aquel año para su partido. Sin embargo, la victoria de Beata Szydlo, a quien se presume una marioneta de Jaroslaw, devuelve al poder al Kaczynski que queda, y genera un nuevo reto para Europa. Ley y Justicia se ha aliado sin sonrojo con el presidente húngaro Viktor Orban, que defiende una enorme mano dura con los refugiados que quieren entrar al continente, y Jaroslaw Kaczynski afirmaba no hace tanto que Varsovia debía ser la nueva Budapest.
Como conclusión final, cabe afirmar que todas estas elecciones son muy diferentes entre sí, pero todas tienen un denominador común: el cambio. Argentina se asoma a la posibilidad de que el kirchnerismo sea completamente derrotado tras más de 10 años de poder omnímodo. El presidente colombiano Santos consolida por fin su dominio sobre su antecesor y rival Álvaro Uribe y los suyos. Guatemala rompe con su pasado, y elige como presidente a un conservador populista y patriotero que en otra coyuntura no habría sacado ni la mitad de los votos. Haití juguetea con la idea del cambio, y se debate entre continuar con las políticas de Martelly o regresar a las de Préval, con sus candidatos respectivos, sin olvidar a la candidata de Aristide. Finalmente, Polonia finaliza un preocupante giro a la ultraderecha y pone en aviso a la Unión Europea en un momento de máxima tensión por la crisis de los refugiados. Cada país, sin embargo, es un mundo, y cada elección debe leerse en clave interna. Lo que a buen seguro esperan todos los candidatos ganadores es no convertirse dentro de 4 años en sujetos de cambio, y tener la misma censura ciudadana que hoy tienen sus antecesores.
ABOUTME
Periodista y comunicador politico que quiere aportar una vision diferente de la politica internacional en todos sus escenarios, fuera de las noticias mas publicadas en los medios clasicos. En activo desde diciembre de 2014, siempre estamos reinventandonos para ofrecer la mejor informacion y la mas interesante.
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