1974, el comienzo de una era en Francia

Las elecciones presidenciales de 1974 en Francia fueron el escenario del enfrentamiento de tres políticos con un gran papel en años anteriores, y que se midieron a cara de perro en unos comicios fundamentales. Fue también el final de una etapa, el gaullismo tradicional, y el comienzo de otro, con un bipartidismo más clásico, que ha durado desde entonces en el país galo, y cuyo primer paso fueron aquellas elecciones.

Aquellos comicios fueron convocados por razones de fuerza mayor. El 2 de abril de 1974, falleció de manera inesperada Georges Pompidou, el presidente de la República Francesa, víctima de la enfermedad de Waldenström, que afectaba a la sangre. Pompidou, que había sido la mano derecha de Charles de Gaulle, le había sucedido tras su dimisión en 1969, y su presidencia se caracterizó por un empujón a la integración europea. El presidente del Senado asumió las funciones de manera interina, pero la Constitución obligaba a que se convocasen elecciones, y éstas quedaron establecidas para el 5 y 19 de mayo siguientes.

Los días siguientes, por tanto, fueron de presentación de candidaturas. El primero en lanzarse a la piscina fue Jacques Chaban-Delmas, de 59 años. Chaban había sido primer ministro con Pompidou durante cuatro años, era alcalde de Burdeos, había pertenecido a la Resistencia, y su principal política había sido la llamada "gran sociedad", una batería de medidas de diálogo social y de modernización del Estado que fueron juzgadas como demasiado progresistas por el presidente y sus asesores, y llevaron a su destitución en 1972. Sin embargo, Chaban se presentaba como candidato unitario del gaullismo, intentando juntar a todas las familias de esta tendencia política detrás de él. Quiso presentarse como el sucesor lógico de Pompidou, y por ende, del general De Gaulle.

Valéry Giscard d'Estaing y François Mitterrand, en el debate de la segunda vuelta

Dentro de la mayoría, apareció otra candidatura para contestar a la de Chaban: la del ministro de Economía Valéry Giscard d'Estaing, de 48 años. Giscard pertenecía al gaullismo, pero era un hombre más conservador que Chaban, y supo concitar los apoyos de todo el sector oficialista que se oponía a la candidatura del antiguo primer ministro, y que veía con mejores ojos la candidatura del ministro. Giscard, que se decía centrista, propugnaba el cambio en la continuidad, priorizando las reformas sociales y presentando como aval su bagaje como responsable financiero del gobierno tanto con De Gaulle como con Pompidou.

Finalmente, siendo el último de los tres candidatos presidenciales, se presentó François Mitterrand, de 58 años. Mitterrand era el candidato de la Unión de la Izquierda, una coalición entre socialistas y comunistas, y había participado en unas presidenciales en 1965, cuando consiguió clasificarse a una histórica segunda vuelta con Charles de Gaulle. Mitterrand tenía una ventaja respecto de sus dos principales rivales, y ésa era que no tenía ningún rival de importancia en su palo ideológico. Los comunistas estaban a su lado, y eso solamente podía ser bueno para sus expectativas electorales. Aquella parecía la oportunidad para que Mitterrand fuera por fin presidente.

La primera vuelta, celebrada el 5 de mayo, confirmó esta percepción, con una victoria apabullante de Mitterrand con un 43,25% de los votos. Giscard fue segundo, obteniendo un 32,60% de los sufragios. Chaban-Delmas se quedó fuera de la segunda vuelta, quedándose únicamente con un 15,11% de los apoyos. La razón de que se clasificase Giscard d'Estaing y no Chaban fue una rebelión en el seno del gaullismo, liderada por el futuro presidente Jacques Chirac, para alejar al antiguo primer ministro del poder. En sus memorias, Chaban reconoce que se sintió traicionado, pero afirma que cree haberlo hecho dignamente. La segunda vuelta, por tanto, se planteaba como una potencial colisión izquierda-derecha en la que solamente podía quedar uno, y que iba a cambiar del todo el sentido político del país.

Jacques Chaban-Delmas, durante su campaña presidencial en 1974

Las primeras encuestas para la vuelta definitiva mostraban un apoyo creciente a Valéry Giscard d'Estaing, que recibiría la mayoría de los votos de Chaban y de otros candidatos conservadores. Entre vueltas, se celebró un debate entre los dos candidatos a la segunda vuelta, el 10 de mayo. Fue un encuentro al modo americano, televisado, en el que ninguno de los dos se impuso por KO. El debate estuvo protagonizado por una frase improvisada que Giscard dirigió a Mitterrand, -"Usted no tiene el monopolio del corazón". El candidato socialista había hecho su campaña insistiendo en que era el mejor preparado para representar al pueblo, y su rival, con esta afirmación, quiso deshacer este argumento de campaña. 

La segunda vuelta se resolvió con el resultado más ajustado de la historia de la Quinta República. Únicamente 425.000 votos dieron la victoria a Valéry Giscard d'Estaing sobre François Mitterrand. Giscard se convirtió por tanto en presidente, y nombró como su primer ministro a Jacques Chirac, uno de los mayores responsables de su triunfo. La segunda vuelta marcó también otro récord, el de la participación, con un 87,33%, la cifra más baja de abstención hasta la fecha. El triunfo de Giscard marcó el final del gaullismo, una ideología que había gobernado en el país galo durante años, y que entonces se diluía. 

Valéry Giscard d'Estaing y François Mitterrand se volverían a encontrar siete años después en unas presidenciales que serían completamente diferentes. Giscard se presentó en 1981 con un balance dispar de su presidencia, especialmente golpeada por el aumento del paro, pero con una buena ventaja en las encuestas que le permitió ganar la primera vuelta por tres puntos a Mitterrand. Sin embargo, el socialista se tomaría su revancha en la vuelta definitiva, imponiéndose al presidente por más de 1 millón de votos, y llegando por fin al Elíseo, en el que se mantendría dos septenios, siendo el único presidente en la Quinta República que lo ha conseguido.

Finalmente, el duelo de titanes que se presentaba en las elecciones de 1974 no fue tal y al final ganó el más aceptable por la mayoría, Valéry Giscard, pudiendo más el miedo al comunismo que el apoyo popular a Mitterrand. Chaban-Delmas se retiró a su feudo bordolés tras su eliminación en primera vuelta de las elecciones, y no volvió a presentarse a unas elecciones de primer nivel, si bien volvió a ser elegido presidente de la Asamblea Nacional en dos ocasiones más. El gaullismo volvería al poder en 1995 con la elección de Jacques Chirac, quien viviría en sus carnes la traición a Chaban-Delmas en 1974 con su antiguo delfín, Nicolas Sarkozy. Sin embargo, las elecciones de 1974 consagraron una nueva era en Francia, bajo el poder de Valéry Giscard d'Estaing. 

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