El pasado 24 de abril, en Turquía
se conmemoraron dos acontecimientos muy diferentes de los cuales se cumplía 100
años. Por una parte, en la península de
Galípoli, en el paso entre la zona europea y asiática del país, se celebra el
primer centenario de una de las batallas más cruentas de la Primera Guerra
Mundial, la batalla de los Dardanelos, el estrecho que separa ambas orillas.
Fue un combate que duró casi un año, y en la cual perecieron más de 50.000
personas. Se enfrentaron el Imperio Británico, compuesto por Australia, India,
Terranova, Nueva Zelanda y Gran Bretaña, y Francia de un lado frente al Imperio
Otomano, al que apoyaban los alemanes y el imperio austrohúngaro.
Uno de los generales otomanos era
Mustafá Kemal, el futuro padre de la nación turca. El triunfo fue finalmente
para los otomanos, lo cual detuvo el avance de los aliados en una plaza clave
de la guerra, por lo menos en Europa. La zona de Galípoli está llena de
cementerios de los soldados muertos durante la batalla, cementerios de
diferentes nacionalidades que estuvieron representadas en las celebraciones del
pasado viernes en la zona, que se produjeron en la ciudad de Çanakkale, en el
lado asiático de Turquía. Estuvieron presentes miembros de países asiáticos,
balcánicos, así como del príncipe Enrique en representación de la corona
británica. La batalla empezó el 25 de abril de 1915, fecha en que se conmemoró.
Asimismo, el gobierno turco,
presidido por Recep Tayyip Erdogan, hizo coincidir esta conmemoración con el
primer centenario del genocidio armenio. Se trató de la deportación y exterminio
de un número indeterminado de ciudadanos armenios. Las acciones se iniciaron el
24 de abril de 1915, con la detención de un pequeño grupo de ciudadanos de este
país, que aumentaron con el paso de los años, puesto que el genocidio duró 8
años. Un millón y medio de armenios fueron exterminados, a manos de un grupo
llamado Jóvenes Turcos, pertenecientes al Comité de la Unión y el Progreso, una
asociación de extrema derecha.
Lo curioso es que los turcos no
reconocen como genocidio lo que según los estudiosos es equiparable, en menor
escala, al Holocausto. Sí que reconocen que hubo asesinatos, pero niegan que se
tratase de una acción premeditada, y por tanto, no sería estrictamente
genocidio. 23 países del mundo reconocen el genocidio armenio, y Alemania está
planeando hacerlo próximamente. Ni España ni Estados Unidos, donde hay un
importante grupo de presión armenio, están en esa lista de países. El
reconocimiento de este extremo es mayor entre los historiadores, que afirman en
su mayoría que sí que fue un plan organizado cuyo objetivo era acabar con los
armenios.
La negación del genocidio
armenio, algo que no está tipificado legalmente como delito, al contrario que
en el caso del Holocausto, forma parte de las esencias nacionalistas de
Turquía, y más en concreto de su presidente, Erdogan, quien exacerba todas
estas raíces comunes con el objetivo de obtener más votos. Muchas voces dentro
del país que se han hecho más audibles durante estos días insisten en la
necesidad de que se produzca este reconocimiento formal. En consonancia con
este extremo, el presidente, entonces primer ministro, escribió el año pasado
una emotiva carta a los nietos de los armenios exterminados durante el
genocidio. Sin embargo, pronto se desdijo de algunas cosas, alejando la
posibilidad de ese reconocimiento.
Turquía es en este momento una de
las incógnitas que centran la política europea y mundial. Por su emplazamiento,
entre dos continentes y entre dos culturas políticas, hay siempre mucho interés
en ver hacia dónde giran los planes del gobierno otomano. Sin embargo,
provocando un aumento de la preocupación en los círculos de poder europeos, el
país está girando hacia Rusia y hacia el aislacionismo, rechazando todos los
puentes que le tienden desde Europa, e insistiendo en la necesidad de reforzar
los valores tradicionales del país, algo presente en la ideología del partido
gobernante, Justicia y Desarrollo (AKP), en el gobierno desde 2001.
Estambúl, la ciudad principal del
país desde el punto de vista del turismo, es un fenomenal ejemplo de cuál es la
situación turca en 2015. Hay muchos contrastes entre zonas. En los emplazamientos
más turísticos, como Santa Sofía o el Hipódromo, se ven más turistas que
turcos, sin embargo, no lejos de la bulliciosa plaza de Eminönü, se encuentra
el barrio de Çeyrek, un barrio griego totalmente diferente del resto de la
ciudad. Allí, los turistas se cuentan con los dedos de una mano, y es un
vecindario completamente tradicional. El contraste es el barrio de Taksim, o la
zona asiática, el barrio de Göztepe, cruzado por la avenida Bagdad, que no
tiene nada que ver con los lugares más tradicionales del país.
Es cierto, sin embargo, que en
todos los lugares hay un patrón común, el regreso de la religión como uno de los puntales de Turquía, un país trufado de mezquitas que son obras de arte tanto
en el interior como en el exterior, y de mayoría musulmana. A partir de su fundación oficial como país,
en 1920, el fundador del país, Mustafá Kemal Atatürk, empezó un proceso de
secularización de la sociedad turca, y separó estado y religión, algo que había
estado intrínsecamente unido durante el Imperio Otomano. El país giró hacia
Europa con esas reformas, inspiradas por el líder, fallecido prematuramente,
sin embargo, la llegada de AKP, una formación de corte islamista, al poder
supuso el regreso a valores tradicionales. Es un hecho que hoy se ve a más
mujeres en las calles de Turquía con velo que hace 10 años.
Recep Tayyip Erdogan, primer
ministro turco desde 2003 a 2014, y a partir de entonces presidente de la
República, es sin duda el líder político de una generación en el país. Se trata
de un líder conservador y nacionalista, que intenta dar ejemplo a sus
ciudadanos, por ejemplo con su mujer, que utiliza velo de forma habitual,
incluso en recepciones oficiales. Erdogan no se ha mordido la lengua a la hora
de defender su país ante lo que él considera que son agresiones externas. La
semana pasada, sin ir más lejos, criticó al Papa por reconocer el genocidio
armenio, y llamó a consultas a su embajador en Austria porque el parlamento de
ese país había reconocido el genocidio. Es un político popular entre los suyos,
aunque no tanto desde el punto de vista internacional, donde consideran que no
vendría mal un poco más de flexibilidad con algunos asuntos.
El 7 de junio, se celebran elecciones
parlamentarias en Turquía, de las cuales saldrá el primer ministro. El actual
jefe de gobierno, Ahmet Davutoglu, miembro de AKP y delfín de Erdogan, logrará
sin problemas una amplia victoria, según señalan mayoritariamente los sondeos
de opinión. El segundo partido seguirá siendo el Partido Republicano del
Pueblo, de centro – izquierda, y fundado por Atatürk. Crecerán mucho, siempre
según las encuestas, los ultraderechistas del Partido de Acción Nacionalista.
Consciente de esto, Erdogan ha reforzado la parte más nacionalista de su
discurso, reivindicando el neo- otomanismo, un movimiento cuyo objetivo es que
aumente la influencia turca en los asuntos mundiales. Sin duda, esto le hará
arañar muchos votos.
El futuro político de Turquía es un asunto que compete a todos, especialmente a Europa. En estos momentos, la tendencia es la de volverse hacia sí mismos, negándose a cualquier posibilidad de aperturismo, ni de influencias externas. Sin embargo, el error está también siendo europeo, puesto que hasta ahora todos los esfuerzos para lograr un entendimiento se han enfocado mal. El país, que antiguamente fue uno de los mayores imperios de todo el mundo, tiene una cultura y unas costumbres propias, que no son en teoría incompatibles con la pertenencia a la Unión Europea, o en todo caso con una colaboración mayor entre Turquía y Europa. Hasta que se llegue a ese punto de necesario entendimiento, Turquía seguirá estando entre dos aguas, sin decidirse por ninguna.
ABOUTME
Periodista y comunicador politico que quiere aportar una vision diferente de la politica internacional en todos sus escenarios, fuera de las noticias mas publicadas en los medios clasicos. En activo desde diciembre de 2014, siempre estamos reinventandonos para ofrecer la mejor informacion y la mas interesante.
0 comentarios:
Publicar un comentario