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Panos Kammenos, el hombre que sostiene a Tsípras

El primer ministro, Alexís Tsípras, y su socio, Panos Kammenos 

A estas alturas, cualquier persona mínimamente enterada de la política exterior conoce los nombres de Alexis Tsípras, Yanis Varoufakis, Antonis Samarás, George Papandreu o Evangelos Venízelos, responsables de ayer y hoy de la política griega, probablemente la más convulsa de la historia reciente de Europa, con una crisis económica y política voraz cuyos resultados más evidentes han sido un carísimo rescate financiero de la Unión Europea, cuyos tramos han sido discutidos hasta el fin por las autoridades helenas, y la sucesión de tres partidos políticos de diferente espectro económico en el gobierno durante los últimos cinco años, habiéndose demostrado que ninguna ideología es infalible. Los ejecutivos han sido débiles y eso ha calado en una buena parte de la sociedad del país, que ha ido cayendo en diversos populismos, algunos de ellos, como los neonazis de Aurora Dorada, extremadamente peligrosos. Sin embargo, es interesante fijarse en una figura no muy conocida fuera de su país pero que es clave en la estabilidad del actual ejecutivo griego: Panos Kammenos, líder del partido Griegos Independientes, socio de gobierno de Syriza. 

Una de las principales consecuencias de la inestabilidad política de Grecia es que hace extraños compañeros de viaje en busca de gobiernos firmes y duraderos. Así, en 2012, y tras ganar dos elecciones seguidas, el líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samarás, se echó en brazos del PASOK, que entonces era el otro gran partido de Grecia, y que había mandado desde 2008, en los peores tiempos de la crisis económica para poder formar gobierno. De esta manera, Evangelos Venízelos, líder socialdemócrata, fue nombrado ministro de Economía, y por tanto se vio obligado a hacer todos los recortes. Tres años después, Syriza, tras vencer las elecciones, pactó con Griegos Independientes, una fuerza entonces desconocida, que le garantizó la estabilidad necesaria para poder crear un ejecutivo netamente anti- austeridad. La elección de Kammenos como compañero de gobierno de Tsípras sorprendió a todos desde el primer momento.

Sorprendió en primer lugar por la celeridad del acuerdo. Tras las elecciones del 25 de enero, Syriza se quedó a dos diputados de la mayoría absoluta, y cerró el gobierno con Griegos Independientes (ANEL) en tiempo récord. Menos de 24 horas después de su victoria, Tsípras ya era primer ministro. Sin embargo, la pregunta era de dónde salía esta formación, con 13 diputados en el nuevo Parlamento heleno, y cuál era su ideología. A la primera pregunta, la respuesta es que Griegos Independientes es un partido relativamente reciente, puesto que nació en el año 2012, como una escisión crítica del partido Nueva Democracia. Uno de los elementos definitorios de esta formación es su euroescepticismo, algo que compartían con Tsípras y que seguro facilitó el acuerdo. Sin embargo, aquí acaban las similitudes, puesto que el partido de Kammenos es conservador y populista, defensor del patriotismo, de la reducción de la inmigración y del rol de la iglesia ortodoxa en el país, un partido claro de extrema derecha, al menos en sus postulados sobre política interior y exterior. Tras su nacimiento, ANEL se estrenó en las dos elecciones de 2012, obteniendo un resultado fabuloso en las primeras, 33 diputados, que se redujeron en 13 en los siguientes comicios. En las elecciones al Parlamento Europeo, solamente consiguieron un escaño, para Kammenos.

En cuanto a su líder, Panos Kammenos, éste inició su carrera política en el año 1993, cuando fue elegido diputado de Nueva Democracia por el segundo distrito de Atenas, en las elecciones vencidas de manera contundente por el PASOK de Andreas Papandreu. Como diputado de Nueva Democracia, puesto que renovó en todas las elecciones sucesivas, Kammenos fue bastante discreto, aunque se mantuvo fiel a su partido, y apoyó a Kostas Karamanlis, sobrino del fundador del partido, cuando se convirtió en primer ministro en 2004. Sin embargo, a la llegada al poder dentro de su formación de Antonis Samarás en 2009, los desencuentros entre Kammenos, que era absolutamente contrario a la integración europea y defensor del nacionalismo heleno, y la línea oficial de su partido fueron en aumento. La crisis económica que sumió al país solamente aumentó estas diferencias, y cuando George Papandreu dimitió como primer ministro y se formó un gobierno de concentración, Kammenos decidió dejar el partido, y anunció en las redes sociales la fundación de Griegos Independientes. 

El discurso político de Kammenos y de Griegos Independientes es como poco polémico. Se caracteriza por el absoluto desacuerdo a la forma como se ha gestionado la crisis económica, y el rescate griego. ANEL se opuso a todos los tramos de ese pago, por considerarlos tremendamente gravosos para el país heleno, y ha propugnado en numerosas ocasiones que se levante la inmunidad a los ministros que gestionaron ese rescate para que puedan ser procesados por ello. Para este partido, además, Grecia es un conejillo de indias para todas las políticas de ajuste de la Unión Europea, y la única solución es que el país reciba unas reparaciones de guerra similares a las que Alemania consiguió tras la Segunda Guerra Mundial. Es en este sentido donde el líder del partido se ha manifestado de forma más dura, declarando al ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schäuble 'persona non grata' por negarse a las reparaciones económicas, y afirmando que Europa está gobernada por alemanes neonazis. Si uno enfrenta las declaraciones de los dirigentes de Syriza y Griegos Independientes en este sentido, se da cuenta que no hay tantas diferencias, lo cual justifica el acuerdo, no siendo así en otros temas, donde los segundos se alinean claramente con la derecha más nacionalista. 

No deja de ser paradójico que el triunfo político de Kammenos se haya producido con Syriza, puesto que una de las claves de su ideología es un ferviente anticomunismo, lo cual choca con una de las corrientes mayoritarias dentro de su socio de gobierno. Con el acuerdo de gobierno, el líder de ANEL recibió un premio, la cartera de Defensa, un ministerio importante y muy codiciado en cualquier ejecutivo del mundo. Suya pues era la responsabilidad del ejército y de los presupuestos en este sentido. Además de llevar a cabo su tarea, Kammenos apuntaló como pudo el primer gobierno de Tsípras, aplaudiendo todas sus medidas económias siempre y cuando estuvieran encaminadas a evitar un ajuste duro. Frente al protagonismo del primer ministro y de su entonces ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, el líder de Griegos Independientes mantuvo un perfil bajo, pero entusiasta de las políticas de Tsípras. Cuando el primer ministro planteó el referéndum acerca del ajuste europeo, su socio de gobierno lo apoyó entusiasmado, entendiendo que ése era el camino. Kammenos no dijo nada cuando, a pesar de la victoria clara del "no", el gobierno aprobó el ajuste más duro posible, y se mantuvo fiel a Tsípras.

Esa fidelidad es la que empujó al primer ministro y líder de Syriza a buscar la reedición del pacto de gobierno según los resultados confirmaron que era posible. La campaña de Griegos Independientes fue una crítica a Nueva Democracia y a sus propuestas, y también a su nuevo líder, Vangelis Meimarakis, del que criticaron sus modos y su estilo "aldeano". Syriza perdió 4 diputados en las elecciones, y ANEL 3, pero la mayoría absoluta de 151 fue rebasada por cuatro. En el nuevo gobierno, de perfil todavía más bajo que el anterior, a partir de la salida de Yanis Varoufakis del ministerio de Economía, bien podría darse el caso en el que Panos Kammenos, ese gran desconocido, sea la figura, la 'prima donna' del nuevo ejecutivo. No en vano, Alexis Tsípras le ha renovado su confianza como ministro de Defensa.

No debe olvidarse este nuevo gobierno de Syriza y de Griegos Independientes de su tarea. Al fin y al cabo, y pese a la victoria electoral de Tsípras, con una ínfima pérdida de asientos parlamentarios, no hay que perder la perspectiva de que tanto el adelanto electoral como la consulta sobre los recortes no son más que huidas hacia delante de un primer ministro que se ha mostrado en muchos momentos abrumado por sus propuestas, consciente de que muchas de ellas eran imposibles, pero tratando de hacer creer a todos que el giro copernicano que por una cosa u otra se dio en sus políticas era parte del plan. Tsípras ha mostrado su voluntad de que este gobierno sí que agote la legislatura. Quien puede tener la llave, y al que por tanto hay que tener siempre contento, es Panos Kammenos, el que maneja los hilos detrás del gobierno más vigilado de Europa.

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Periodista y comunicador politico que quiere aportar una vision diferente de la politica internacional en todos sus escenarios, fuera de las noticias mas publicadas en los medios clasicos. En activo desde diciembre de 2014, siempre estamos reinventandonos para ofrecer la mejor informacion y la mas interesante.

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