EL COMIENZO DE LA PRESIDENCIA DE DONALD TRUMP
Fue sin duda el protagonista absoluto de 2016 con su sorpresiva victoria en las elecciones presidenciales, y el próximo 20 de enero, se convertirá en el 45º presidente de los Estados Unidos. Los primeros pasos que Donald Trump ha dado en las semanas que han pasado de su elección desmienten a aquellos que afirmaban que el magnate se moderaría tras vencer, y nombramientos como el del supremacista blanco Steve Bannon como jefe de estrategia de la Casa Blanca o el del magnate petrolero Rex Tillerson como secretario de Estado solamente han contribuido a aumentar las reservas al respecto.
El próximo presidente ha enfurecido a China con su acercamiento a Taiwan, y ha mostrado su voluntad de construir una relación fuerte con Rusia, cuya influencia en el resultado electoral está siendo investigado actualmente. Al mismo tiempo, ha mostrado su voluntad de apoyar a Israel tras la abstención del gobierno de Obama en el Consejo de Seguridad de la ONU. Quedan muchas dudas respecto a algunas de sus promesas más polémicas, como la construcción de un muro gigante en la frontera con México o la expulsión masiva de miles de inmigrantes ilegales. En todo caso, todos los ojos del mundo estarán puestos en él, en el momento en que por fin tenga poder para llevar a cabo sus reformas.
LA GESTIÓN DEL BREXIT Y EL EUROESCEPTICISMO
La primera ministra británica Theresa May y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker
El otro gran acontecimiento del pasado año fue el triunfo del Brexit en el referéndum del 23 de junio. Desde entonces, el gobierno de Theresa May vive en un continuo debate sobre cuál será el modo en el que Gran Bretaña saldrá de la Unión Europea. Pese a ser teóricamente partidaria de una salida más moderada, la primera ministra se ha alineado con aquellos elementos de su gobierno que piden que se aplique la versión más dura del Brexit, frente a aquellos que defienden una salida pactada. El ejecutivo británico está demostrando una absoluta falta de planificación al respecto del modo de aplicación de sus políticas, y está partido entre ambas facciones.
Al mismo tiempo, muchos son los partidos que están proponiendo consultas similares en sus países. El proyecto europeo hace aguas, y por primera vez en la historia, la idea de que la Unión Europea pueda fracasar aparece como una posibilidad real. La desafección de cada vez más gente con las instituciones europeas, y la falta de conocimiento sobre a qué se dedica cada una, es un problema real que ha de tratarse por parte de una Unión Europea que debería aumentar su accesibilidad, hacer autocrítica y esforzarse en volver a construir un proyecto común y atractivo que reduzca el poder individual de países, vaya renunciando progresivamente a la austeridad, y finalmente atraiga de nuevo a una amplia mayoría de la ciudadanía que hoy no se reconoce en esta Unión.
ELECCIONES DECISIVAS EN FRANCIA, ALEMANIA Y HOLANDA
Europa se enfrentará en este año a tres elecciones seguras que marcarán la línea ideológica de los dos países fundadores de la Unión Europea, Francia y Alemania, y de otro muy importante, Holanda, y a otras que podrían celebrarse en Italia. La ciudadanía francesa tendrá que enfrentarse a dos candidatos muy conservadores, François Fillon y Marine le Pen, que defienden un regreso a posiciones muy nacionalistas, y a una izquierda desmantelada que tendrá que decidir entre diferentes candidatos en las primarias de finales de este mes. Le Pen ya ha prometido un referéndum sobre la permanencia de su país en la Unión Europea, lo mismo que el partido Alternativa por Alemania, que podría poner en problemas a Angela Merkel en búsqueda de su tercera reelección. El país teutón sufrió un atentado recientemente, y como en el país galo, el terrorismo será un tema en campaña.
Quien sí tiene más opciones de ganar es Geert Wilders, líder del Partido para la Libertad, que podría vencer las próximas elecciones del 15 de marzo en Holanda, aunque probablemente el actual primer ministro Mark Rutte pueda mantenerse el poder con la reedición del acuerdo electoral con los socialdemócratas. El Partido para la Libertad ha aumentado su influencia en el país neerlandés, y ésta será mayor tras las elecciones. Finalmente, en Italia podrían producirse nuevas elecciones, tras la dimisión del gobierno de Matteo Renzi y la formación del nuevo ejecutivo de Paolo Gentiloni, y para éstas el partido favorito sería el Movimiento 5 Estrellas. En todo caso, el populismo y la extrema derecha podrían volver a ser protagonistas en Europa en este 2017.
EL TERRORISMO ISLAMISTA Y LA GUERRA EN SIRIA
2016 terminó con un atentado terrorista en un mercado de Navidad en Berlín, al modo que ocurrió en Niza en el mes de julio, y 2017 ha empezado con otro, en una discoteca de Estambúl, en un país golpeado por el terrorismo islamista durante el año 2016. Los atentados de París en noviembre de 2015 abrieron la puerta a un nuevo formato de terrorismo, con actos suicidas y el asesinato indiscriminado de población civil. Las diferentes proclamas del ISIS, que ha ido reconociendo los diferentes atentados, apuntan a que el motivo por el que se producen es la guerra en Siria, y el apoyo de los países occidentales al bando contrario a Bachar el Asad, presidente del país. En este año, se seguirá produciendo un aumento de las medidas antiterroristas en Europa para intentar combatir esta escalada.
La situación en Siria, por su parte, ha llegado a un impasse tras el alto el fuego firmado el 22 de diciembre que detenía una de las batallas más largas de la guerra civil en el país, la de Alepo, que permite que empiece a vislumbrarse un final al conflicto en el medio plazo. Las negociaciones para la reconstrucción del país y para su futuro político empezarán sin duda a sucederse en 2017, y la principal duda será el destino del presidente El Asad, cuya acción y permanencia en el poder han sido claves para que el oficialismo pueda ganar de nuevo terreno, pero que está señalado por las potencias internacionales. Sin embargo, el gran número de desplazados internos y la existencia de conflictos locales en el país hacen prever que el regreso a la normalidad será complicado.
LA CRISIS HUMANITARIA DE LOS REFUGIADOS
La mal llamada crisis de los refugiados volverá a estar muy presente en la agenda política de 2017. La urgente situación tanto en los pasos fronterizos como en los países en los que cientos de miles de refugiados están hacinados en espera de una solución a su caso no tiene vistos de mejorar en este año, a pesar de que es necesario. La pasada semana, el ACNUR y la OIM hicieron públicas las cifras de muertos en el Mediterráneo en 2016, 5.000, un aumento del 25% respecto al año anterior, y una cifra que es mayor con toda seguridad, ante el gran número de migrantes que mueren intentando alcanzar las fronteras europeas y que no son recontados. Los sistemas de asilo europeos no dan a basto, ante la falta de preparación, que provoca que los dramas humanitarios se sucedan diariamente.
Al mismo tiempo, el fenómeno del aumento de las migraciones en Europa está provocando un rechazo de una parte de las sociedades, relacionado al alza del terrorismo islamista en países como Alemania, Francia o Turquía. Las posiciones de algunos gobiernos, que se han mostrado partidarios de ofrecer más plazas de asilo, han sido contestadas por otros, que no están de acuerdo con la acogida de los refugiados en el continente. Este debate va paralelo a las necesidades humanitarias de este colectivo, que ha sido estigmatizado y culpabilizado de su propia situación, e incluso deshumanizado. Sin embargo, por encima de todo, e incluso teniendo en cuenta las políticas de Europa Fortaleza y de cierre de fronteras, los refugiados necesitan ser acogidos, puesto que en muchos casos su vida peligra.
2017 se presenta, por tanto, como un año peligroso y lleno de herencias del pasado que condicionarán el presente y el futuro. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que todo puede aún cambiar. No hay nada decidido para este nuevo año, en el que si existe la voluntad política de cambiar las cosas, podría realizarse la necesaria reforma de la Unión Europea, aumentarse el número de plazas de asilo para los refugiados, o detener a los populismos en las urnas. Todos los resúmenes de 2016 insisten en que fue un año que salió al revés. 2017 no servirá para darle la vuelta, pero sí podría ayudar a escribir un nuevo futuro.
ABOUTME
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