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La socialdemocracia a examen

La rosa en el puño, símbolo de la socialdemocracia europea


La socialdemocracia, ideología clave durante el transcurso del siglo XX al representar al amplio espectro de la población mundial que se sitúa en el centro-izquierda, está en crisis. En crisis de poder, sí, puesto que han ido perdiendo gobiernos e influencia en los diferentes países, pero ante todo y más grave, en una crisis de ideas y de propuestas que cada vez hunde más a esta ideología. Para ser más concretos, lo que está en crisis no es tanto la socialdemocracia como concepto ideológico, sino los viejos partidos que representan esta ideología, podridos y vencidos por el acomodo institucional, y superados constantemente por izquierdas y derechas mientras se mantienen inmutables bajo el poder de su reflejo. Los viejos partidos ya representan cada vez a menos gente, y personas con una identificación ideológica fuerte y poderosa con la izquierda socialdemócrata han dejado de votarles para irse a otros partidos. Muchos empiezan a darse cuenta de que pueden desaparecer en cuestión de años.

Actualmente, la socialdemocracia europea mantiene 10 gobiernos, tanto en solitario como en coaliciones en que el primer partido es socialdemócrata. Se trata de Austria, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Francia, Italia, Lituania, Montenegro, Rumanía y Suecia. Además, hay partidos socialdemócratas como miembros de otras coaliciones, siendo el caso paradigmático el de Alemania, donde el SPD gobierna con la CDU de Angela Merkel. Es probable que este año, según están las encuestas, dos ó tres gobiernos puedan bascular hacia la izquierda, sin embargo, y aun logrando todos esos triunfos, se estaría lejos de los mejores tiempos de antes de la crisis, cuando había gobiernos socialdemócratas en países importantes como España y Gran Bretaña.  

Muchos se preguntarán por qué los partidos socialdemócratas están en esta pésima situación, de pérdida constante y sangrante de votos y por consiguiente de poder, de pérdida de credibilidad, y la respuesta es a la vez sencilla y compleja: porque ha renunciado a su forma de ser. Desde el comienzo de la crisis, cuando muchos de los gobiernos europeos eran socialdemócratas, el centro-izquierda europeo ha renunciado a su forma de resolver las cosas, y ha pasado a jugar en el tablero de la austeridad que tan bien le viene al centro-derecha. Muchos han caído por ello, porque han aceptado sin cuestionarlas las medidas de austeridad impuestas por los organismos europeos, y los votantes no han tenido paciencia con ellos, porque son muy críticos, como por otra parte es obvio. 

En estos últimos tiempos, con el surgimiento de partidos de diferente cuño pero de una misma intención, como Podemos en España, Movimento 5 Stelle en Italia o UKIP en Gran Bretaña, la política de los socialdemócratas en líneas generales ha sido netamente errónea, y ha consistido en volverse hacia sí mismos sin ningún espíritu crítico, preferir colocarse en el lado de los apocalípticos más conservadores en lugar de buscar una línea de entendimiento y hacer acuerdos contra natura para salvar las esencias de un sistema a punto de implosionar. Los gobiernos de coalición con la derecha política, la falta de autocrítica y la pérdida de discurso propio, entre otras cosas, están matando a la socialdemocracia en Europa, y están provocando que un buen número de partidos estén ya al borde del precipicio. 

A punto de caer está ya el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), un caso digno de estudio. De una mayoría absoluta en 2008, el partido progresista griego ha ido descendiendo en número de votos hasta quedarse en un pírrico, insuficiente y hasta ridículo 4,7% en las últimas elecciones que les dejan como una fuerza muy minoritaria dentro de la Asamblea del país helénico. Por si fuera poco, el último gran líder del partido, Georgios Papandreu, dejó el partido en plena campaña y fundó otro, el Movimiento de los Socialistas Demócratas, que consiguió poco más de 150.000 votos en las elecciones, no consiguiendo ninguna representación, pero con una perspectiva de crecimiento por supuesto a costa de los votantes de su antiguo partido. Muchos votantes han castigado la gran coalición que el PASOK formó con los conservadores de la Nueva Democracia, que provocaron que el líder del partido, Evangelos Venizelos, fuera ministro de Exteriores en el gobierno de Samarás. El otrora partido hegemónico sigue perdiendo poder, y muchos de sus viejos votantes se han unido a SYRIZA. Sería muy extraño que el PASOK volviera a presentarse a unas elecciones, su desaparición puede ser inminente.

En el siguiente escalón se sitúa el PSOE español, devorado por Podemos, y perdido en luchas internas que solamente dan la razón a los que señalan que hace tiempo que el partido ha dejado de ser lo que era. Los socialistas españoles han demostrado estar más preocupados por nombres que por ideas, y han sido incapaces en los últimos años de construir un discurso propio que les situara donde realmente están, en el medio de dos extremos, el PP y Podemos. Al secretario general desde julio, Pedro Sánchez, hay que reconocerle que le está poniendo muchas ganas, pero no es un líder carismático y transformador, y no ha sido capaz de sellar la fuga de votos hacia Podemos ni por supuesto de conseguir más votos. 

Posteriormente podemos encontrar a dos partidos con posibilidad de vencer las elecciones este año: el Partido Socialista portugués, con una ventaja de entre 6 y 11 puntos en las encuestas, y el Partido Laborista británico, que tras liderar ampliamente los sondeos desde 2011 ha visto reducida su ventaja sobre los ‘tories’ a 3 puntos. En ambos casos, se puede producir el efecto contrario que en las anteriores elecciones. El desgaste de ambos primeros ministros puede provocar el cambio en el gobierno. Lo tienen mejor los portugueses, que en noviembre pasado eligieron al alcalde de Lisboa António Costa como su candidato, y que están consiguiendo que el escándalo de corrupción por el que el ex – primer ministro José Sócrates fue detenido no les pase factura electoral. En cuanto a los laboristas, su candidato será Ed Miliband, con un grado de conocimiento muy bajo, y al cual ha castigado enormemente el aumento en las encuestas del eurófobo UKIP de Nigel Farage. Es muy difícil que gane.

En el gobierno, aunque con unas perspectivas de futuro increíblemente bajas, se encuentra el Partido Socialista francés, cuyo ejecutivo ha sido una jaula de grillos desde el primer día, y más desde el año pasado, cuando Manuel Valls, ministro del Interior, fue elegido primer ministro. Valls, un hombre duro e implacable, lleva mucho tiempo diciendo que las ideologías no sirven, y se declara ‘blairista’. Las encuestas señalan que, en estos momentos, la segunda vuelta se la jugarían Nicolas Sarkozy y Marine le Pen, quedando fuera el candidato socialista. No les va nada bien.

Y luego está el único caso en el cual un primer ministro socialdemócrata ha sido capaz de levantar el vuelo, Matteo Renzi, italiano. Llegado de forma intempestiva al gobierno, el antiguo alcalde de Florencia ha ido remontando a las encuestas hasta situarse en una ventaja de casi 20 puntos sobre los demás partidos. Con su estilo poco ortodoxo, Renzi ha detenido tanto a Berlusconi como a Beppe Grillo en su año en el gobierno, y es hoy el patriarca socialdemócrata de Europa. Tuvo un gran éxito al conseguir la elección casi unánime de Sergio Mattarella como presidente de la República Italiana, algo que se le atribuye directamente a él. Su problema es la desunión en el interior del partido, sin embargo, se ha hecho un hueco en Europa.

Sea como sea, la socialdemocracia tiene que volver a ser lo que era, no puede desaparecer. Es necesario que los actuales partidos recuerden los principios de esta ideología, y si estos partidos no lo hacen, tendrán que desaparecer, refundarse, y dar paso a otros nuevos. La socialdemocracia debe ser capaz de abrirse a los nuevos tiempos, de reconsiderar todos los discursos y postulados anteriores y de usar la autocrítica para sobrevivir. Es urgente, porque está en juego su supervivencia.

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Periodista y comunicador politico que quiere aportar una vision diferente de la politica internacional en todos sus escenarios, fuera de las noticias mas publicadas en los medios clasicos. En activo desde diciembre de 2014, siempre estamos reinventandonos para ofrecer la mejor informacion y la mas interesante.

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