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La última bala de Netanyahu

Benjamin Netanyahu e Isaac Herzog

El primer ministro israelí, el conservador Benjamin Netanyahu, de 65 años, inicia hoy un viaje determinante a los Estados Unidos de América, durante el cual dará un discurso en el Congreso de los Estados Unidos contra un posible acuerdo nuclear con Irán. Se trata de una polémica decisión, que se enmarca dentro de la campaña electoral de las elecciones que se celebrarán al final de la próxima semana y en las que el líder del gobierno tiene serias probabilidades, a la vista de las encuestas, de perder el poder a manos de la coalición entre el Partido Laborista y el centrista Hatnuah, y de su líder, Isaac Herzog. Muy mal lo tiene que ver el líder israelí al haber decidido hacer esto. Lo curioso es que Netanyahu sorprendió al convocar las elecciones, porque le quedaba casi toda la legislatura para gobernar, fue una apuesta personal, y ahora el tiro le puede salir por la culata.

Las críticas le han llovido a Netanyahu desde todos lados por este viaje, en el que sin duda el candidato del Likud utilizará su cargo de primer ministro para hacer campaña. Herzog acusó a su rival de poner en jaque la situación estratégica del país, y de que el viaje solamente servirá para tensar la relación con Estados Unidos. Indudablemente, el viaje tiene un carácter intempestivo e interesado, y ha provocado que numerosos miembros de la Administración Obama sean muy críticos, desde la consejera de Seguridad Nacional Susan Rice, que le dará la réplica hoy en su discurso en la sede del principal ‘lobby’ projudío de los Estados Unidos, hasta el vicepresidente Joe Biden, presidente en virtud de su cargo del Senado estadounidense, que no acudirá a la intervención del líder israelí por un imprevisto viaje oficial.

A nadie se le escapa que Netanyahu ha aprovechado la debilidad presidencial en el Senado y la Cámara de Representantes para pactar con los republicanos su intervención a espaldas de la Casa Blanca, habida cuenta de que es el partido opositor a Obama el que controla ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos tras las últimas elecciones 'midters'. Esto no ha dejado de levantar ampollas entre los miembros de la administración, que consideran una deslealtad y una imprudencia que uno de sus principales aliados, que apoyan habitualmente con su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU la posición norteamericana, vaya a manifestarse así de rotundamente contra una de las medidas centrales de la política exterior del presidente Barack Obama y se arriesgue a que los Estados Unidos les den la espalda en unos momentos complicados para la posición exterior de Israel.

Y lo son básicamente porque muchos países europeos han empezado a perder el miedo de reconocer a Palestina como un estado independiente. Después de que los pequeños estados de Malta y Chipre lo hicieran, Suecia marcó un hito al reconocer, a petición de su parlamento, el estado palestino. A partir de entonces numerosas cámaras de países como los parlamentos británico, irlandés, francés y hasta español han instado con resoluciones aprobadas por la mayoría de los partidos a que sus estados reconozcan a Palestina. Desde 2011, Palestina es país miembro de la UNESCO, y un año después, la ONU aprobó su integración como país observador. Frente al aperturismo de Herzog, más acorde con esta nueva etapa, los judíos más conservadores, cuya cabeza visible es Netanyahu, consideran una afrenta este reconocimiento progresivo de autonomía a Palestina, por cuanto entienden que debilitará a Israel. Estados Unidos no ha hecho amago de ello, pero tras la visita de Netanyahu, todo puede pasar.

Benjamin “Bibi” Netanyahu gobierna Israel ininterrumpidamente desde 2009, en virtud de un acuerdo con el partido de extrema derecha Yisrael Beiteinu, cuyo líder, Avigdor Lieberman, fue juzgado y todo hay que decirlo exonerado de corrupción. Lieberman es desde 2009, con una breve interrupción por su juicio por corrupción, ministro de Asuntos Exteriores israelí. Al frente de este departamento, Lieberman siempre ha dado un perfil conservador e incluso vengativo con los palestinos. Es el principal promotor de los asentamientos en la franja de Gaza contra los que la ONU se ha manifestado en numerosas ocasiones, pero ahí siguen. En estas elecciones, al contrario que en 2013, el Likud y Yisrael Beiteinu acudirán por separado. Hace dos años, ambos partidos, en coalición, consiguieron 31 escaños que les permitieron gobernar sin ningún problema. Sin embargo, en esta nueva legislatura que empezará tras la cita con las urnas, esa mayoría no se conseguirá, y no se sabe si habría posibilidad de que Netanyahu y Lieberman repitieran acuerdo.

Lo que empieza a parecer evidente es que Benjamin Netanyahu ha empezado a perder el apoyo antes incondicional de los líderes europeos, y lo que es más importante, de los Estados Unidos. El primer ministro y candidato del Likud se ha colocado en un extremo demasiado inmovilista. La política es un juego de modas, y de saber remar a favor del viento, y si bien Netanyahu era el líder perfecto para un momento de la historia, cuando tocaba dureza, en este momento es probable que ante la reconsideración de la posición ante Palestina, que se unificó el año pasado en un único liderazgo bajo la presidencia de Mahmud Abbas, de Fatah, el primer ministro tenga que reinventarse o morir. Las señales que va exteriorizando no son muy alentadoras, y el viaje a Estados Unidos para pegarle un golpe encima de la mesa a Obama es una muestra más de su enrocamiento, y muy probablemente le traerá consecuencias negativas a nivel externo. Aunque también es posible que muchas personas que estén dudando si votar a Bibi perciban esa dureza ante el país más poderoso del mundo y decidan hacerlo, y ésa es probablemente la razón por la que Netanyahu haya decidido hacer este viaje.

A la vista de las encuestas, no sería tan raro un escenario de cambio de gobierno en Israel a partir de este mes de marzo. Los sondeos señalan, en líneas generales, que la Unión Sionista formada por el Partido Laborista y Hatnuah ganaría las elecciones, aunque por la mínima. Todos los sondeos se mueven en esa dirección, pero aún queda una semana de campaña, y ni mucho menos hay nada hecho. Las dos caras visibles de la coalición, el laborista Isaac Herzog y la centrista Tzipi Livni, formaron parte de alguno de los gobiernos de Netanyahu, incluso del último, en el caso de Livni, pero ahora se han unido para intentar ganar la elección y darle un nuevo rumbo a la política israelí. Si la coalición vence, Isaac "Buji" Herzog, abogado de 54 años, sería el nuevo primer ministro. Herzog es hijo del general Chaim Herzog, sexto presidente de Israel, y miembro del partido Alineamiento, de míticos líderes como Golda Meir, Isaac Rabin y Shimon Peres. Lleva al frente del Partido Laborista desde 2013, cuando venció a Shelly Yachimovich, la líder de la formación hasta entonces. En principio, Herzog parece más abierto a la posibilidad de negociar con Palestina, y eso no deja de ser interesante.

La política israelí, como otras tantas, está llena de viejos elefantes. En los últimos años, se han sucedido al frente del gobierno viejos hombres llenos de experiencia pero también de prejuicios, que han ido provocando que su país se fuera radicalizando. El último estallido bélico entre Israel y Palestina demuestra que la situación está lejos de arreglarse. Desde el asesinato de Isaac Rabin, que cayó bajo las balas de un asesino en Tel Aviv precisamente por pedir la paz, los primeros ministros israelís han ido recrudeciendo sus políticas y reduciendo las posibilidades de entendimiento a un mínimo histórico. Por ello, podría ser interesante que se diera la alternancia en el poder, porque la situación ya no es la misma, requiere mano izquierda y diálogo, y esto parece quedarle demasiado grande a Bibi Netanyahu. Sin embargo, todos los ojos están puestos en su viaje a Estados Unidos. Si le sale mal, está perdido, pero si le sale bien, podría ser una bombona de oxígeno que permitiera que el Likud ganara las elecciones y Netanyahu fuera elegido.

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Periodista y comunicador politico que quiere aportar una vision diferente de la politica internacional en todos sus escenarios, fuera de las noticias mas publicadas en los medios clasicos. En activo desde diciembre de 2014, siempre estamos reinventandonos para ofrecer la mejor informacion y la mas interesante.

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